Agosto 22, 2023
En maratónica jornada, ni la naturaleza ni la injusticia doblegaron a las Águilas en pleno respaldo al Rector
Como un reclamo de la propia naturaleza, una torrencial lluvia azotó la Ciudad de Culiacán. Si en la capital del estado, estado cuyo sistema de gobierno pareciera que no le asiste la razón al momento de juzgar. Y también en donde se encuentra la Sede Regional de Justicia Penal, Acusatoria y Oral, donde todos suponemos se acusa, se juzga y se condena a quienes agreden, a quienes violentan, a quienes con sus actos ponen en riesgo la integridad de personas vulnerables, que dañan a la sociedad.
Pero mucho más allá de lo que podemos suponer, ese mismo Poder Judicial en el cual quisiéramos confiar por su amplio y respetable criterio justo, no es tan respetable y mucho menos justo. Puesto que, por más de 12 horas a partir de las 9 horas con 12 minutos, al apersonarse el juez Adán Salazar Gastelum, mantuvo en el lugar mantuvo en lugar de imputación al Doctor Jesús Madueña Molina, Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Sí ahí donde creemos que solo pueden estar quienes osan de hacer daño, de actuar el prejuicio de los demás.
Cómo no iba a estar molestar la naturaleza, si los señalamientos del sistema a quien creemos debemos asistir para sentirnos protegidos, ahora nos estaba lastimando. Demandar, acusar y vincular a un proceso penal a quien responde por la educación de miles y miles de jóvenes, por familias que tienen en la UAS el único sustento.
Familias cuyos integrantes tal vez durmieron poco, algunos quizás por la inquietud de lo que pudiera pasar en esta la tercera cita en una audiencia por demanda e imputación de lo que llamaron “abuso de poder¨, otros porque no podían dejar solo al Rector en semejante acusación, y apenas amaneció llegaron al lugar.
En esa sede donde, conforme avanzó la mañana y gran parte del día, miles de universitarios que se dieron cita a pesar del pronóstico de altas temperatura, pero para eso están las sombrillas, las carpas para quienes fueron más provisorios, y como junto con el calor también llega la sed y la necesidad de alimento no hubo mayor complicación, pues no faltaron los antojos y bebidas, todo lo que fuera necesario con tal de hacer más llevadera la estadía aun incierta.
En el pleno de la explanada de la sede de justicia penal, las horas transcurrieron, la tensión entre los universitarios como el calor mismo iba en incremento, poco se sabía de lo que sucedía al interior de la audiencia que dio inicio pasadas las 9:00 de la mañana. Los abogados haciendo lo propio, el equipo de apoyo del Rector Jesús Madueña ocupado en los requerimientos.
Como la familia misma que se apoya siempre que sea necesario, nadie se movía, porque el rector Jesús Madueña Molina, no está solo. Y pesé al clima el ánimo no decayó, solo fue escuchar los clásicos, No rompas más y Payaso de Rodeo y no hay multitud que se resista. Esa es la familia universitaria, la que se impone ante cualquier adversidad.
Pero como un ser supremo que todo lo observa lo que sucedía al interior de la más que custodiada audiencia empezó a dar señales al exterior. Después de anunciarse un breve receso de 30 minutos para la deliberación judicial, el tremendo calor empezó a convertirse lentamente en tremendas ráfagas de aire, relámpagos estruendosos anunciaban la tormenta que no dudo en hacerse presente. Una tormenta que seguía poniendo a prueba el ímpetu de aquellos que tienen el corazón y la fuerza de un águila.
Águilas que dentro y fuera del nido dan cuenta de lo que son capaces, porque entre mayor sea la adversidad mucho más grande es su fortaleza. Así fue como esos cientos de águilas se protegieron entre sí con sus alas de alma universitaria, la naturaleza los puso a prueba y dieron cuenta que nada ni nadie les impido seguir. Sí, los corazones universitarios más unidos que nunca, no permitieron que una sola carpa se moviera de su lugar, y bañados en la fría lluvia la misión continuaba.
La resolución del Juez no fue favorable, se anunció la vinculación a proceso al Rector Jesús Madueña Molina, pero lejos de ser vencidos… el espíritu de águila se fortaleció, y con el corazón engrandecido los universitarios en una sola voz, en un solo grito, le demostraron que “no está solo”.
La lluvia cedió, y permitió que los cientos de universitarios que acompañaron al Rector Jesús Madueña Molina, se retiraran satisfechos de mostrar una vez más el sentimiento de unidad, como la naturaleza misma.
